miércoles, 26 de enero de 2011

Fragments de "Martes con mi viejo profesor"

"A Morrie le habían agradado siempre los placeres sencillos: canta, reír, bailar. Ahora, más que nunca, las cosas materiales significaban poco o nada para él. Cuando una persona muere, siempre se oye decir a alguien: "No te lo puedes llevar a la tumba". Parecía que Morrie lo sabía desde hacía mucho tiempo.
-En nuestro país estamos practicando el lavado de cerebro en cierto modo- dijo Morrie con un suspiro-.¿Sabes cómo se lava el cerebro a la gente? Repitiendo algo una i otra vez. Y eso es lo que hacemos en este país. Poseer cosas es bueno. Más dinero es bueno. Más bienes es bueno. Más comercialismo es bueno. Más es bueno. Más es bueno. Lo repetimos, y nos lo repiten, una y otra vez, hasta que nadie se molesta siquiera en pensar lo contrario. La persona media está tan obnubilada por todo esto que ya no tiene una visión de lo que es verdaderamente importante.
En mi vida me encontraba por todas partes con personas que querían engullir algo nuevo. Engullir un coche nuevo. Engullir un bien inmobiliario nuevo. Engullir el último juguete. Y después querían contártelo. ¿A que no sabes lo que tengo? ¿A que no sabes lo que tengo?
¿Sabes cómo he interpretado esto siempre? Estas personas tenían tanta hambre de amor que aceptaban sucedáneos. Abrazaban las cosas materiales y esperaban que ésas les devolvieran el abrazo de alguna manera. Pero eso no da resultado nunca. Las cosas materiales no pueden servir de sucedáneo del amor, ni de la delicadeza, ni de la ternura, ni del sentimiento de camaradería.
El dinero no sirve de sucedáneo de la ternura, y el poder no sirve de sucedáneo de la ternura. Te puedo asegurar, como que estoy aquí sentado muriéndome, que cuando más lo necesitas, ni el dinero ni el poder te darán el sentimiento que buscas, por mucho que tengas de las dos cosas."
(...)
"-La verdad es que estas cosas no te dan satisfacción. ¿Sabes qué es lo que te da satisfacción de verdad?
-¿Qué?
-Ofrecer a los demás lo que puedes dar.
-Pareces un boy scout.
- No me refiero al dinero, MItch. Me refiero a tu tiempo. A tu interés. A tu capacidad para contar cuentos. No es tan difícil. Cerca de aquí han abierto un centro para ancianos. Allí acuden docenas de personas mayores todos los días. Si eres un hombre o una mujer joven y tienes unos conocimientos, te invitan a que vayas allí y los enseñes. Suponte que sabes informática. Vas allí y les enseñas informática. Te reciben muy bien. Y te lo agradecen mucho. Así es como empiezas a recibir respeto, ofreciendo algo que tienes.
Eso lo puedes hacer en muchos sitios. No hace falta que tengas un gran talento. En los hospitales y en las residencias  de ancianos hay personas solas que no quieren más que algo de compañía. Juegas a las cartas con un hombre mayor que está solo y encuentras un nuevo respeto hacia ti mismo, porque te necesitan"


Aquest fragment forma part del llibre "Martes con mi viejo profesor" un llibre molt i molt recomanable que ens parla sobre el sentit de la vida, sobre com perdem el temps en coses que realment no són tant importants, (nosaltres ens fem creure que són importants).
Realment pot quedar com un llibre més o et pot ajudar si estàs en època de canvi per tirar endavant coses que de moment estan només a la teva ment.